Celia Martínez Ballester
Celia Martínez Ballester
2ºBachillerato de Ciencias
Curso 2021/2022

Las niños crecen sin padres

En la sociedad actual, existe una gran controversia con respecto a
la paternidad. Es bien sabido por todos nosotros que las mujeres que son madres deben lidiar con una gran presión, y es que se les exige que den vida y que críen a sus hijos pero de manera silenciosa, sin que interfiera en el resto de la sociedad. Asimismo, se les dice cómo deben educar a sus hijos, pero no se les facilita ningún tipo de apoyo, es decir, la paternidad no se concibe como asunto comunitario, sino como asunto privado y exclusivo de los padres. Es por esto por lo que muchos niños se ven obligados a crecer sin apenas ver a sus padres, en guarderías, con niñeras o con sus abuelos. Si tuviéramos que hacer una reflexión sobre las ayudas a la maternidad, yo, sinceramente, opino que lo mencionado anteriormente es una realidad que nos persigue desde hace miles de años y con la que tenemos que acabar.

Reflexión sobre las ayudas a la maternidad

Para empezar esta reflexión sobre las ayudas a la maternidad, puedo aportar mi experiencia personal. Mi familia es muy numerosa, somos once hermanos y mis padres han tenido que lidiar con muchas dificultades. Mis padres, desde que éramos muy pequeños, nos enseñaron a no pedir demasiadas cosas y a no ser caprichosos, porque no se lo podían permitir. Mi padre ha estado trabajando durante toda su vida para mantenernos. Mi madre, en cambio, no ha podido trabajar nunca, ha estado en casa atendiendo a las tareas del hogar y criándonos a todos nosotros, lo cual resulta de lo más escandaloso hoy en día, ya que lo que más se valora en la sociedad actual es la total disponibilidad para trabajar de las madres. Pese a esto, nunca se nos ha proporcionado ningún tipo de apoyo económico o laboral, mi padre ha estado trabajando horas extra desde que tenía prácticamente veinte años, siempre hemos tenido que «recortar» en cuanto a gastos y nunca se nos ha permitido gastar o pedir más de la cuenta. Por no hablar de la cantidad de críticas que han recibido mis padres por haber tenido tantos hijos: «Madre mía, os reproducís como conejos», «Ya hay suficientes equipos de fútbol en el mundo, no teníais por qué formar otro», «Con tanto niño deben de ser todos unos salvajes y unos maleducados», etc. En definitiva, como he mencionado antes, juzgan, critican, dicen cómo deben ser educados los hijos de los demás, pero no proporcionan ningún tipo de apoyo o ayuda. Como bien afirma el autor del texto, criticar y juzgar es gratis.

Reflexión sobre las ayudas a la maternidad

Seguidamente, me gustaría reafirmarme en mi tesis utilizando para ello una cita del ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón que dice así: «La libertad de maternidad hace a las mujeres auténticamente mujeres». Actualmente vivimos en una sociedad repleta de expectativas, donde se nos imponen muchas metas y se nos somete a una gran presión. Desde mi más sincera opinión, creo que esto debería acabar. Como ya he mencionado, a las mujeres de hoy en día se les exige que den vida y no sólo eso, sino que, en la mayoría de casos, se les impone cómo deben educar a sus hijos. Las mujeres, y los padres en general, deberías ser libres de elegir cuándo y cómo ser padres. «La frase ‘madre trabajadora’ es redundante», afirmó la escritora Jane Sellman. Efectivamente, la maternidad es una labor muy exigente, en la que se trabaja las veinticuatro horas del día y, sin embargo, la que menos se valora.

En conclusión, la labor de la maternidad está muy infravalorada en la sociedad actual, y no solo eso, sino que a los padres se les exige que eduquen a sus hijos en silencio, sin que interfiera en el resto de la sociedad, y sin que se les proporcione apoyo económico o moral. ¿No resulta contradictorio el hecho de que se les exija sin dar nada a cambio?