Articulista de la revista digital: Mamen Pineda
Mamen Pineda
2º Bachillerato Humanidades
Año escolar 2021/2022

Las pruebas de acceso a la universidad se han convertido en un tema bastante controvertido. Las Pruebas de Acceso a la Universidad son las pruebas que se deben superar, tras obtener el título de Bachillerato, para optar a una plaza en una universidad. Solo aquellos con las mejores notas obtendrán las plazas universitarias más codiciadas. ¿Es justo que la selectividad no sea igual para todas las comunidades autónomas? ¿Sería justo que todos los estudiantes tuvieran que hacer exactamente lo mismo? ¿Favorece la igualdad de oportunidades la EBAU?

Por un lado, la selectividad, junto con los servicios públicos, debe adaptarse a la situación socioeconómica-cultural de cada comunidad autónoma, para tratar de garantizar la igualdad de oportunidades. En segundo lugar, hay que tener en cuenta los casos excepcionales como Cataluña, País Vasco o Galicia en los que, para mantener las lenguas autonómicas, estas se incluyen en la prueba, en caso de que se unificara la selectividad se suprimirían. Por tanto, así como todas las comunidades autónomas son únicas y diferentes, es necesario que las respectivas selectividades se adapten a estas diferencias para garantizar la igualdad de oportunidades. La prueba de selectividad en sí no tiene finalidad educativa, ya que en los nueve meses que dura el curso de bachillerato sólo hay una finalidad: superar la prueba de selectividad. Es más, creo que la prueba de selectividad impide el acceso a la Universidad a las clases sociales menos pudientes económicamente. Lo que implicaría una contradicción imperdonable en una administración socialista.

Por otro lado, cabe señalar que la prueba se divide ahora en dos partes, una general compuesta por cuatro o cinco ejercicios obligatorios, según la Comunidad Autónoma tenga lengua cooficial o no, y otra específica, voluntaria. una fase de asignaturas de modalidad que se utiliza para elevar la nota. Esto significa que el alumno que ha superado la parte obligatoria ya ha superado la prueba de acceso. Además, la fase específica solo sirve para subir la nota. Esto favorece a aquellos estudiantes que no planean seguir una carrera en la que se necesita una nota alta de ingreso, ya que al aprobar el primer examen tendrán mucho que ganar. Además, para aquellos otros que sufren de estrés y ansiedad con los procesos de evaluación, están seguros de que haciendo bien la parte obligatoria han pasado la selectividad. Y, por último, no hay límite de convocatorias, lo que permite al estudiante postularse un número ilimitado de veces hasta lograr la calificación necesaria para poder ingresar a la carrera deseada. Dicho esto: ¿favorece la igualdad de oportunidades la EBAU?

En conclusión, la selectividad es vista por muchos profesores universitarios y de secundaria como una gota más del nivel mínimo para poder acceder a una titulación universitaria, pero ¿es en realidad el punto crucial en el que hay que guiarse para poder entrar a la facultad que cada quien quiera?