Daniel Faya Guijarro

Es frecuente ver como algunas personas aportan su opinión sobre un tema o dan una respuesta a una pregunta sin tener conocimiento alguno del tema en cuestión. ¿Quién no ha visto alguna vez como una persona saca su teléfono y responde a otra que sí, que lo había visto en Facebook? Esta ignorancia que crece de manera exponencial entre la sociedad nos hace creer que verdaderamente conocemos mucho sobre muchas materias, cuando, en realidad, detrás de esa certeza que se muestra, sólo se esconde la ignorancia y la falta de pensamiento crítico. La ignorancia en la sociedad está «a la orden del día´´.

Esto se puede demostrar con el efecto Dunning-Kruger. Este muestra como la confianza de una persona sobre un asunto desciende drásticamente a medida que esa persona se informa y aprende de ese mismo asunto. Un ejemplo de esto sería cuando un niño aprende en clase de matemáticas las tablas de multiplicar. En ese momento, el niño cree saber mucho sobre las matemáticas al haber dado un gran paso, pero en los cursos siguientes se da cuenta de que eso que él conocía eran simples operaciones y todavía le queda un mundo por aprender. Al final admite su ignorancia, producto de su pobre conocimiento, cuando ha aprendido más sobre aquella materia. Esto resulta bastante paradójico. En tal sentido, considero que cada vez nos esforzamos menos en aprender rigurosamente, y por ello la ignorancia y la falsa seguridad que esto genera se ve mucho más en la sociedad actual.

La ignorancia en la sociedad

Retomando la idea expuesta anteriormente, también podemos observar en nuestro entorno personas afirmando todo lo que se dice a través de la televisión. Todos los medios de comunicación son considerados como autoridades en cualquier ámbito, porque tratan muchos campos del saber. Pues bien, la desinformación de la mayoría de estos medios de comunicación es una realidad. No hay duda de que estos últimos no pueden especializarse y saber de todo, por lo que resulta de vital importancia enseñar a las personas a ser críticas y a no caer en la inevitable ignorancia. Muchos profesionales de empresas de Silicon Valley restringen a sus hijos utilizar un número de horas los móviles. Esto se debe, además de la dependencia que genera, a que el uso excesivo de redes sociales y otras plataformas de este estilo incitan a usar mensajes simplistas. Todas estas aplicaciones hacen que los usuarios simplifiquen en exceso la información, por lo que se reciben mensajes simplistas sin ningún rigor o evidencia detrás.

En síntesis, pienso que es evidente el crecimiento de la ignorancia entre las personas y que esta se esconde en la incompetencia y falsa seguridad de las personas. Psicólogos como Dunning y Kruger demuestran este hecho. Asimismo, todos hemos visto alguna vez a alguien hablar sobre cualquier tema apoyándose en puras falacias, como que lo ha dicho la televisión. Por último, debemos tener cuidado con la información simplista, esta motiva a hablar a nuestra ignorancia. Seamos más críticos y rigurosos por nuestro bien más preciado: el conocimiento.